¿Son las zanahorias en verdad buenas para la visión?

Como muchas tradiciones, este conocimiento tiene un grano de verdad. Las zanahorias son ricas en beta carotenos, un elemento fundamental en la síntesis de la vitamina A. Y la deficiencia de esta vitamina en efecto puede causar ceguera en el largo plazo.

Sin embargo, las cantidades que el cuerpo humano necesita de beta carotenos son muy pequeñas, e incrementar la dosis no necesariamente va a mejorar la visión. Una vez los requerimientos del cuerpo han sido satisfechos, el excedente será eliminado en forma de orina.

Pero entonces, ¿de dónde salió la leyenda de que comer más amables mejoraría la visión de las personas?

El secreto de los británicos

La respuesta podría sorprender a muchos.

Resulta que durante la Segunda Guerra Mundial el Reino Unido había conseguido un importante descubrimiento que le brindaba una ventaja fundamental en el conflicto: el radar. Gracias a este dispositivo los británicos eran capaces de detectar con anticipación los ataques alemanes y organizar su defensa antes de que fuera demasiado tarde. En los aciagos días de la Batalla de Gran Bretaña de no haber sido por el radar muy seguramente la Real Fuerza Aérea habría sido derrotada por la Luftwaffe, abriendo la puerta a una potencial invasión de la isla.

Sin embargo, los británicos no podían revelar la existencia del radar, pues los alemanes podrían planear sus ataques de manera distinta o, peor, invertir en el desarrollo de la misma tecnología. Por esta razón comenzaron a rotar el relato de que los éxitos de los aviadores británicos se debían principalmente a su excelente visión. Incluso se construyó un personaje: John “Ojos de Gato” Cunningham, quien supuestamente era el mejor piloto británico gracias a su increíble visión nocturna producto de una dieta basada en las zanahorias.

El gobierno británico llegó al nivel de exigir a todos los ciudadanos comer zanahorias al menos una vez por día para que supuestamente pudieran ver mejor durante los apagones. Por supuesto, era pura propaganda destinada para ocultar la existencia del radar. Y funcionó.

Una vez terminada la guerra los británicos revelaron la verdad, pero en cualquier caso los padres siguieron encontrando en esta historia una manera convincente de hacer que sus hijos se comieran las verduras. El relato paso de generación en generación y terminó por convertirse en una leyenda urbana.

Fuentes:

1. https://yoursightmatters.com/carrots-really-improve-eyesight/

Imagen: atlasobscura.com