Mujeres de la historia que tuvieron que vivir como hombres

Mujeres de la historia que tuvieron que vivir como hombres

Cuando ellas fueron ellos

Por suerte, hoy en día la igualdad de sexos ha avanzado en muchos aspectos,  pese a que todavía queda mucho camino por recorrer, y las mujeres no tienen que recurrir, como las que se muestran en este post, a hacerse pasar por hombres para poder acceder a determinados trabajos, derechos o simplemente deseos o sueños.

Son miles las que a lo largo de la historia vistieron y vivieron como hombres en su lucha personal por derribar esas barreras machistas que siempre se interpusieron entre ellas y sus metas. Pequeñas historias que década a década fueron germinando entre la sociedad para que las cosas cambiaran en el desarrollo de la mujer y de sus derechos.

Ésta solo es una pequeña muestra, ya que sería necesario un blog entero para poder reunirlas a todas.

Dorothy Lawrence/Denis Smith

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Dorothy Lawrence fue una periodista inglesa que soñaba con ser reportera de guerra y con 19 años adoptó la  identidad de Denis Smith, haciéndose pasar por soldado en la Primera Guerra Mundial. Consiguió un uniforme y documentos de identidad falsos para formar parte del regimiento de Leicestershire. Pasado un tiempo y viendo que mantener su sexo en secreto era tarea casi imposible, confesó su historia a sus superiores que al punto la pusieron bajo arresto.

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Fue acusada de espionaje  y declarada prisionera de guerra. A los militares les preocupaba que la historia saliera a la luz para que otras mujeres no decidiesen seguir el mismo camino que Dorothy y la obligaron a firmar una declaración jurada para que jamás contara su historia.

Tuvo que esperar a que finalizara la guerra para escribir su historia, pero el gobierno la censuró y no salió a la luz hasta muchos años después. Dorothy murió en 1964 en un asiló con severos problemas mentales.

Malinda Blalock/Samuel Blalock

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Cuando llamaron a filas en la Guerra civil estadounidense al marido de Malinda Blalock, esta se negó a que marchara solo y no dudó en vestirse de hombre y alistarse con el nombre de Samuel Blalock, haciéndose pasar por el hermano mayor de su propio marido. Allí llegó a convertirse incluso en mejor soldado que su marido y su identidad nunca fue revelada. Sus papeles de registro son unos de los pocos que se conservan de mujeres soldado en la guerra civil. Con el tiempo, la pareja desertó del ejército.

Charles-Geneviève-Louis-Auguste-André-Timothée d’Éon de Beaumont/Chevalier D´Eon

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Charles-Geneviève-Louis-Auguste-André-Timothée d’Éon de Beaumont que nació mujer en Francia en 1728, pero vivió la mitad de su vida como hombre. Por su autobiografía sabemos que la razón por la que se convirtió en hombre fue espúrea, en aquella época solo los varones podían heredar. Con el tiempo fue espía al servicio de Luís XV llegando a viajar a Rusia para entrevistarse con la emperatriz Isabel. También fue capitán de dragones y luchó en la guerra de los siete años donde fue herido, recibiendo por ello la orden de San Luís. Vivió exiliado en Londres, retornado a Francia donde murió, ya como mujer, tan solo porque el rey, Luís XVI, accedió a costearle un nuevo vestuario femenino. En este caso creo yo que lo hizo más para no tener que pronunciar más su verdadero nombre.

Dorothy Lucille Tipton/Billy Tipton

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Billy Tipton nació como Dorothy Lucille Tipton en 1914 y fue un pianista de jazz y saxofonista bastante notable. En 1933 comenzó su carrera musical en pequeños locales de Oklahoma y no tardó en ver que la música de Jazz era terreno masculino. De modo que comenzó a usar el nombre de su padre, Billy y en 1940 ya vivía como un hombre por completo. Grabó una serie de discos que se hicieron bastante populares y mantuvo relaciones con otras mujeres en las consiguió ocultar su sexo llegando incluso a tener una relación a largo plazo con otra mujer con la que adoptó tres hijos. No fue hasta su muerte, en 1989 cuando se reveló a la familia y amigos que Billy en realidad, era Dorothy.

Margaret Ann Bulkley/James Barry

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El doctor James Barry era una mujer inglesa que se disfrazó como hombre para poder estudiar medicina y ser médica. Su nombre probablemente era Marianda Qualifed o Margaret Ann Bulkley.

Su origen se desconoce y la historia que se conoce es a partir de 1809 cuando ingresa a en la universidad de Edimburgo vestida de varón para estudiar medicina muchos años antes que en Inglaterra las universidades aceptaran mujeres.

Tras graduarse de médica, el doctor James Barry se enlista en el ejército británico que lo asigna a trabajar en Africa del sur en cuidad del Cabo y es en este lugar que atiende a una mujer de parto practicando la primera cesárea fuera de suelo inglés. Otro de los avances realizado por James Barry es proponer un nuevo sistema de agua para la ciudad con el objetivo de abatir las enfermedades provocadas por el agua contaminada en Ciudad del Cabo.

El celo médico de James Barry le costó muchas enemistades entre las autoridades de salud de Ciudad del Cabo cuando denunció la forma inhumana en la que eran tratados los enfermos mentales y las colonias de enfermos con lepra ; así como procurar mejoras en el pabellón del hospital asignado a las mujeres enfermas.

Este hecho hizo que lo trasladaran a otras colonias Inglesas, como cirujano Inspector-General al ejército británico a la India, Malta y Canadá.

Pero el más grande de los escándalos se dio a su muerte el 25 de julio de 1865, cuando al ser preparado para enterrarle y descubren que es una mujer. James Barry o Marianda Qualifed nos heredó la lucha constante para poder acceder a la educación.


Catalina Erauso/Pedro de Orive, Francisco de Loyola, etc…

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Uno de los personajes más fascinantes y curiosos del siglo de oro español es Catalina Erauso, apodada La Monja Alférez, cuya vida está plagada de peripecias y aventuras. Nacida en San Sebastián en 1592, a los cuatro años fue internada en el convento de San Sebastián el Antiguo, del que una tía suya era la priora, por lo que tanto su niñez como su adolescencia las pasó entre rezos y crucifijos, llevando una austera vida monacal.  Sin embargo, parece ser que su carácter, inquieto y rebelde, no iba en consonancia con la tranquila forma de vida de intramuros y en  1607, cuando apenas contaba quince años de edad, colgó los hábitos y, disfrazada de labriego, cruzó las puertas del convento para no regresar nunca.

Pasó entonces a vivir en los bosques y a alimentarse de hierbas, a viajar de pueblo en pueblo, temerosa de ser reconocida. Siempre vestida como un hombre y con el pelo cortado a manera masculina, adoptó nombres diferentes, como Pedro de Orive, Francisco de Loyola, Alonso Díaz, Ramírez de Guzmán o Antonio de Erauso.
Algunos autores afirman que su aspecto físico le ayudó a ocultar su condición femenina: se la describe como de gran estatura para su sexo, más bien fea y sin unos caracteres sexuales femeninos muy marcados. Pedro de la Valle nos dice de ella que “no tiene pechos, que desde muchacha me dijo haber hecho no sé que remedios para secarlos y dejarla llana como le quedaron…”. También se dice que nunca se bañaba, y que debió adoptar comportamientos masculinos para así poder ocultar su verdadera identidad.
Bajo alguno de estos nombres logró llegar a Sanlúcar de Barrameda, embarcando más tarde en una nave hacia el Nuevo Mundo. En tierras americanas desempeñó diversos oficios, recalando en el Perú. En 1619 viajó a Chile, donde, al servicio del rey de España, participó en diversas guerras de conquista. Destacada en el combate, rápidamente adquirió fama de valiente y diestra en el manejo de las armas, lo que le valió alcanzar el grado de alférez sin desvelar nunca su autentica condición de mujer.
Amante de las riñas, del juego, los caballos y el galanteo con mujeres, como corresponde a los soldados españoles de la época, fueron varias las veces en que se vio envuelta en pendencias y peleas. En una de ellas, en 1615, en la ciudad de Concepción, actuó como padrino de un amigo durante un duelo. Como quiera que su amigo y su contrincante cayeron heridos al mismo tiempo, Catalina tomó su arma y se enfrentó al padrino rival, hiriéndole de gravedad. Moribundo, éste dio a conocer su nombre, sabiendo entonces Catalina que se trataba de su hermano Miguel.
En otra ocasión, estando en la ciudad peruana de Huamanga en 1623, fue detenida a causa de una disputa. Para evitar ser ajusticiada, se vio obligada a pedir clemencia al obispo Agustín de Carvajal, contándole además que era mujer y que había escapado hacía ya bastantes años de un convento.
Asombrado, el obispo determinó que un grupo de matronas la examinarían, comprobando que no sólo era mujer, sino virgen. Tras este examen, recibió el apoyo del eclesiástico, quien la puso bajo su tutela y la envió a España.

Conocedores de su caso en la corte, fue recibida con honores por el rey Felipe IV, quien le confirmó su graduación y empleo militar y la llamó “monja alférez”, autorizándola además a emplear un nombre masculino.

Jennie Irene Hodgers/Albert Cashier

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Albert Cashier nació como Jennie Irene Hodgers en 1843. En 1862, disfrazado de hombre, se alistó en el 95º Regimiento de Infantería de Illinois donde libró más de 40 batallas bajo las órdenes del célebre Ulises S. Grant. Fue apresado en una ocasión pero consiguió liberarse. En 1865, tras la guerra, continuó viviendo como hombre trabajando como conserje en una iglesia, en un cementerio y como farolero. Votó como hombre y reclamó una pensión como veterano de guerra. En 1910, fue atropellado por un coche y se fracturó una pierna, el médico descubrió el secreto pero accedió a guardar silencio. Un año después se trasladó a un hogar de ancianos, con la mente un tanto deteriorada por la edad, los asistentes descubrieron su verdadero sexo durante un baño y fue obligada a vestir como mujer hasta su muerte, en 1915, aunque fue enterrada con atuendo militar y en la lápida se inscribieron sus dos nombres.

Juana/Papa Juan VIII o Benedicto III

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La historia del papa mujer se ubica en el siglo IX según las crónicas, se llamaba Juana y habría nacido en el año 822 hija de un monje de nombre Gebert. Criada en el ambiente de su padre empezó a hacerse  con gran cantidad de conocimientos que en ese momento eran vedados a las mujeres, posteriormente según algunos tras un amor,  según otros buscando huir de la pobreza, tomaría el nombre de Juan el inglés convirtiéndose en sacerdote y gracias a sus grandes capacidades logró ascender hasta convertirse en secretario del papa León IV  el cual antes de morir, según el rito, debía soñar y elegir a su sucesor. No es difícil imaginar que soñara con su mano derecha.  Entonces el inglés John de Mainz (Johannes Anglicus, natione Moguntinus) se convierte en papa durante dos años, siete meses y cuatro días sumergiéndose  en un mundo de lujos y privilegios que tal posición implica hasta que finalmente cae rendida ante los placeres del amor y ellos traen como consecuencia un embarazo no planeado. Por supuesto ello hubiese podido pasar desapercibido bajo sus imponentes vestiduras de no ser por el “pequeño” detalle de haber dado a luz precisamente en medio de la multitud ante el portal de la iglesia de San Clemente, que le vio morir por una turba enardecida, el cual fue un castigo escogido por ella misma a quien en sueños le dieron la opción de elegir entre un castigo rápido, que significaría su redención, o seguir su vida normal pero sufrir un castigo eterno. Se dice que fue enterrada en el mismo sitio. En sus procesiones, los papas siempre evitaban este camino; muchas personas creían que los papas hacían esto por su animadversión a esa desgracia.    (versión Martín de Troppau por situarla detrás de León IV entonces hablaría de Benedicto III)

Janeta Velásquez

Mujeres de la historia que tuvieron que vivir como hombres

Loretta Janeta Velásquez fue una mujer nacida en Cuba que se hizo pasar por un soldado de la Confederación durante la Guerra Civil. Se alistó en la Armada de la Confederación en 1861, sin que su esposo lo supiera. Su esposo era soldado. Luchó en Bull Run, Ball’s Bluff y Fort Donelson. Sin embargo, su sexo fue descubierto en Nueva Orleáns y fue dada de baja. No se desanimó, volvió a alistarse y peleó en Shiloh hasta que nuevamente fue descubierta. Luego se convirtió en espía y trabajó bajo la apariencia tanto de hombre como de mujer. Su esposo murió durante la guerra. Volvió a contraer nupcias tres veces más, al quedarse viuda.

Santa Marina the Monk / Marinus

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Otra historia curiosa es la de Santa Marina the Monk, conocida también por “Marina el monje”, María e Alejandría o simplemente Marino, o Marinus. Corría el siglo VI cuando a su padre, Eugenio, se le antojó convertirse a monje y como tenía a su hija al cargo, la vistió de niño y ambos ingresaron en el Monasterio de Qannoubine, en Libano. Durante 16 años, Marina se llamó Marinus y su sexualidad pasó desapercibida en el monasterio hasta que la hija de un posadero, de una posada cercana al monasterio en el que Marinus hizo noche en un viaje, se coló por el joven monje.

Como no, Marinus rechazó los ardientes deseos de la joven y esta, humillada y enfadada por el rechazo buscó venganza. La posadera había tenido relaciones con un soldado y había quedado en cinta y denunció al joven monje como padre de la futura criatura.

Marinus, por preservar su identidad, fue expulsado del monasterio y se convirtió en mendigo, siempre en las cercanías del monasterio. Tomó la custodia del niño y tiempo mucho tiempo después, volvió a ser readmitido por los monjes junto a su hijo, aunque realizando las tareas más bajas y pesadas. Su sexo solo se reveló tras su muerte.

Hannah Snell/James Gray

Mujeres de la historia que tuvieron que vivir como hombresJames Gray – Hannah Snell

Hannah Snell fue un personaje de lo más peculiar nacido en 1723 en Worcester, Inglaterra. En 1744 se casó con James Summs con quien tuvo una hija que murió al año de nacer. Abandonada por su marido, vistió las ropas masculinas de su cuñado, James Gray, adoptó su nombre y comenzó a buscar a Summs (más tarde supo que había sido ejecutado por asesino). Viaajó a Portsmouth y se unió a la marina real. Allí fue enviada a la batalla en dos ocasiones, durante las cuales fue herida 11 veces en las piernas y una en la ingle. No se sabe cómo ocultó su sexo cuando su herida en la ingle fue tratada.

En 1750 su unidad regresó a Inglaterra y ella reveló su verdadero sexo a sus compañeros. Contó su historia a los periódicos y solicitó una pensión militar que le fue concedida. Su servicio militar fue reconocido oficialmente y  finalmente abrió un bar llamado «El Guerrero Mujer». Con el tiempo se volvió a casar y tuvo dos hijos. Hannah murió en 1792.

Teena Brandon/Brandon

Mujeres de la historia que tuvieron que vivir como hombresBrandon – Teena Brandon (Derecha)

Teena Brandon nació en 1972 en Lincoln, Nebraska. De niña era considerada como un marimacho y todo  el mundo la llamaba Brandon. Tras sufrir abusos sexuales por un familiar se mudó a Richardson County, Nebraska y allí comenzó una nueva vida como hombre. Allí hizo migas con dos ex convictos, John Lotter y Marvin “Tom” Nissen. También comenzó a tener citas con una mujer, Lana Tisdel. Nadie sospechaba que él era realmente una mujer.

Por temas relacionados con falsificación de cheques, Brandon fue encarcelado. Cuando Lana fue a rescatarlo se enteró del verdadero sexo de su novio, ya que se encontraba en la sección de mujeres de la cárcel. A sus amigotes Lotter y Marvin tampoco les sentó muy bien que Brandon se hiciera pasar por hombre y tras violarla y maltratarla la mataron de un disparo. Lotter fue condenado a muerte y Nissen a cadena perpetua. La historia de Brandon Teena se convirtió en el guión de la película Boys Don´t Cry, ganadora de un oscar.

Brita Nilsdotter/Petter Hagber

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En 1756 nacía en Finnerödja, Suecia, Brita Nilsdotter. En 1785 contraía matrimonio con Anders Peter Hagber, un soldado de la guardia real. Poco después del matrimonio, Anders partió a la guerra Ruso-Sueca [1788-1790 donde resultó muerto. Desde entonces Brita, como travesti, pasó a ser conocido con el nombre de Petter Hagber. Participó en las batallas de Svensksund y de Bahía de Vyborg como un marine más. Al resultar herido, y cuando le curaban las heridas, se reveló la verdad acerca de su sexualidad. Fue licenciada y condecorada con la medalla al valor y tuvo un funeral militar.

Rosetta Wakeman/Lyon Wakeman

Mujeres de la historia que tuvieron que vivir como hombres

Otra mujer con alma guerrera. Sarah Rosetta Wakeman, nació en Nueva York en 1843 y luchó en la Guerra Civil con el nombre de Lyon Wakeman. Antes de la guerra ya descubrió que siendo hombre encontraba más trabajos y ganaba más dinero y con 18 años ya trabajaba como controlador de carbón en el puerto. Sus experiencias y peripecias se recogieron en el libro. “Un soldado poco frecuente: Las cartas de Sarah Rosetta Wakeman.

Mary Read

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Mary Read nació a finales del siglo XVII en Londres (Reino Unido) en unas circunstancias que la obligaron a hacerse pasar por un hombre, aunque no es bien conocida la causa. Cuando se vio obligada a trabajar acabó haciéndolo en un barco mercante y finalmente se alistó en la armada, donde se enamoró de un compañero con el que acabó casándose y estableciendo su casa en tierra.

Una vez muerto su marido volvió a embarcarse, y un barco en el que viajaba fue apresado por el pirata Jack Rackham, por lo que Mary pasó a formar parte de la tripulación de dicho barco. Ahí se volvió a enamorar y se casó.

En el año 1720 el barco pirata fue capturado por el Gobernador de Jamaica, y todos sus tripulantes fueron sentenciados a muerte y ahorcados acusados de piratería menos dos. Las dos mujeres de la tripulación: Mary Read y Anne Bonny lograron retrasar su ejecución alegando que estaban embarazadas, condición que nunca se llegó a demostrar. De lo ocurrido con Anne se perdió la pista, aunque se especula con una posible liberación y Mary Read murió el año siguiente a su apresamiento a causa de unas fiebres cuando aun se encontraba en prisión.

Fuentes:

https://es.wikipedia.org

https://racanenado.blogspot.com

https://listverse.com

www.diadelamujer.net

https://en.wikipedia.org

www.army.mil

Bibliografía ►
El pensante.com (mayo 18, 2010). Mujeres de la historia que tuvieron que vivir como hombres. Recuperado de https://elpensante.com/mujeres-de-la-historia-que-tuvieron-que-vivir-como-hombres/