El Trastorno del Hombre de las Ratas

La historia de este personaje que llamaremos X, comenzó con una intimidación por parte de su imaginación de querer ver una mujer desnuda, pero cuando pensaba en eso, al tiempo pensaba en que su padre moriría. Esa idea lo trastornó por años, por lo que no pudo tener un libre desarrollo de su sexualidad con mujeres, por ello reprimió el deseo e intentó irse al ejército para borrar la cruel imagen que lo atormentaba desde la adolescencia.

Torturas en la Marina

El ingreso en el ejército que lucharía en la Primera Guerra Mundial, lo llevó a experimentar por parte de sus superiores un tipo de tortura característico hacia los prisioneros enemigos. Consistía en ingresar unas ratas al interior del recto, poniendo un envase de metal al rojo, así el animal buscaría a toda costa la manera de internarse dentro de la persona ocasionando no sólo un dolor impresionante sino una horrenda sensación de asco, de suciedad, de humillación.

Cuando X percibió este tipo de tortura, su mente le jugó una mala jugada y comenzó a imaginar que a su padre y novia les hacían esto, lo que generaba en el individuo un placer sexual, como el percibido por las personas perversas. Incluso X había comenzado a volverse un perverso, por lo que deseó e intentó reprimir este oscuro deseo a su interior por la idea tenebrosa de que se volviera realidad..

El caso con su novia

Desde los 12 años, el sujeto amaba una niña que no le ponía atención. Por ese motivo tuvo el pensamiento de que si su papá muriera, ella sería su pareja. Este pensamiento es el que lo atormentó por mucho tiempo hasta el momento en que comenzó a salir con su pareja, la cual protegía inmensamente, aunque guardaba muchos celos hacia ella. Siempre que ella tenía otras cosas para hacer, donde él no estaba incluido, X le deseaba la muerte, pero como castigo a esos impulsos, intentaba suicidarse o le venía a la mente ideas macabras que le hacían mucho daño.

Con el tiempo dejó la chica y él se dio cuenta de un impulso de muerte que los rodeaba, por intentar protegerla. Él consideraba la protección como una forma de salvaguardar su instinto de asesinar.

La relación con las ratas

Su fantasías con las ratas tiene que ver con el fin de su relación y su culpa por intentar abandonar a la chica por otra más bonita y más fértil. La cuestión es que la característica de las ratas (muerden, roen, debilitan), le recordaba la condición de los ovarios de su novia, la cual había sido operada y no podía tener hijos. Desde ese momento las ratas pasaron a ser su obsesión y con el tiempo decidió estar con la otra chica.

Pero con la otra chica él tenía una deuda que le recordaba la culpa de querer dejar a su novia. En alemán “Ratten” significa rata y “raten” dinero. El parecido de ambas palabras es muy similar, por ello notamos una aflicción en el personaje al momento de pronunciarlas, pues inconscientemente una palabra le recordaba la otra palabra y también, las situaciones vividas con dicha palabra. El sentir culpa de dejar a su novia le recordaba el sacrificio que él no deseaba hacer, recordando a su vez el trauma sufrido cuando era niño: el deseo de la muerte de su padre para poder estar con la niña. Por eso lo reprimía por medio de las ratas.

Las horribles fantasías de las ratas

Atrás vimos un análisis psicoanalítico del personaje, para entender su trastorno, pero ahora nos encontramos con las fantasías tenidas con los roedores. X consideraba meterse unas cuantas ratas en el ano, de la manera como lo había supervisado durante la guerra. Esta extraña perversidad fruto de todos sus traumas con su novia, el ejército y su niñez, reflejaba volver a guardar lo que él verdaderamente quería, según describe Freud.

Según los estudios psicoanalíticos esta particularidad de X, reflejaba el miedo de lograr lo que deseaba con ansias. La neurosis comenzó cuando el deseó algo tan arduamente que no le importó el fin para lograrlo, a pesar de que no mató a su padre o a su novia, si se ve reflejado en su “inconsciente” el deseo de buscar como fuera lo que quería.

La solución al trastorno

Este caso nos recuerda lo que las personas hacen cuando desean lograr algo. La particularidad es que este hombre no deseaba cumplir su deseo, por ello tuvo que reprimirlo, aun así la misma vida lo encrucijó donde nunca esperó, en su propia cabeza.

El auxilio de Freud consistió en hacerle dar cuenta de toda esta historia, mostrándole lo inconveniente de reprimir sus deseos más oscuros. Según él, esta era la principal causa de su horrible enfermedad. Con el tiempo X comenzó a vivir su vida normal, había sido curado “por la palabra”, sin necesidad de medicamentos.

Fuente de imágenes: 1: thebrooklyninstitute.com, 2: viktorkoen.com, 3: stevenlehrer.com