El asesinato de Sylvia Likens

El asesinato de Sylvia Likens

Tabla de contenido

    Sylvia Likens

    La horrible historia de Sylvia Likens comienza en Indiana el 3 de enero de 1949, cuando nació como la tercera hija de una familia de trabajadores del Carnaval: Lester Likens y Elizabeth Frances. La pareja tenía cinco hijos y una situación económica bastante inestable, por lo que Sylvia y Jenny (su hermana menor, enferma de polio) solían pasar largas temporadas en la casa de familiares para no perder la escuela.

    Malos tiempos para la familia

    Por razones desconocidas, pero seguramente debido a la necesidad, Betty fue capturada mientras robaba comestibles de una tienda y sentenciada a cárcel. Lester, que se había separado recientemente de ella, decidió dejar las dos niñas al cuidado de la madre de una de sus mejores amigas: Gertrude Baniszewski. La mujer tenía 7 hijos, siendo Paula (la mayor) una joven de 17 años, apenas un año mayor que Sylvia

    Comienza la pesadilla         

    Originalmente los Likens tenían que enviar un pago de 20 dólares semanales a Baniszewski para cubrir los costos de las dos pequeñas (ajustados a los costos actuales, se trataba aproximadamente de 150 dólares). La primera semana no hubo mayores problemas, pero apenas la segunda el pago de los padres se retrasó. Pese a que las niñas no tenían nada que ver con ello, su anfitriona las llevó a ambas al sótano, donde las golpeó con una tabla como castigo. El pago había sido enviado y llegaría al día siguiente, pero la acción de Baniszewski no sería más que una muestra de los horribles sucesos por venir.

    Ogopogo, la leyenda del monstruo del lago Una leyenda canadiense En Canadá, en la pro...
    Criaturas de la mitología clásica. Los Ictiocentauros El centauro-pez Los Ictiocentauros, o “ce...

    Después de este evento la mujer comenzó a desarrollar inquina contra las dos jóvenes, y en particular contra Sylvia. En una ocasión las golpeó al encontrarlas con dulces que habían comprado, acusándolas de haberlo robado. En este punto sus padres no habían podido volver a visitarlas, por lo que no tenían nadie con quien quejarse y que les ayudara a defenderse de la mujer, pero hasta el momento las cosas no habían ido más allá de algunas golpizas.

    El delirio de Baniszewski

    Muy seguramente Gertrude Baniszewski tenía problemas mentales. De alguna manera se convenció de que Sylvia había estado esparciendo rumores en contra de sus hijas en la Preparatoria Técnica de Arsenal – específicamente, que decía que eran unas prostitutas –. Así mismo comenzó a desprestigiarlas en su círculo familiar y de amigos cercanos, y con el tiempo todos comenzaron a agredirlas. Coy Hubbard, el novio de Stephanie, la atacó por motivo del supuesto rumor.

    Entre otras acciones que realizaba la mujer estaba apagar el cigarrillo en la piel de la joven, amarrarla, golpearla o incluso obligarla a comer vómito y otras sustancias nocivas. Sin embargo, el asunto tomó una cara mucho más macabra el día que le preguntó por qué se tardaba tanto en la tienda donde trabajaba.

    El asesinato de Sylvia Likens

    Gertrude Baniszewski

    La espantosa tortura de Sylvia

    Sylvia trabajaba en aquel entonces en una tienda de alimentos, donde recolectaba botellas vacías para luego venderlas y obtener algo más de dinero. Su explicación (que por cierto era verdadera) no fue escuchada por Baniszewski, quien la acusó de ser una prostituta y la obligó, en medio de la ira, a desnudarse e introducirse una botella de Coca Cola por la vagina. Se cuenta que en esta ocasión (primera de muchas) algunas puntas cortantes en el vidrio hirieron el interior de la pequeña.

    Luego de que la joven “robara” un vestido de Paula para poder ir a clase de gimansia Baniszewski la lanzó por las escaleras, tras lo que quedó inconsciente por casi dos días. A estas alturas los abusos ya habían comenzado a hacer mella en su salud – nadie se explica cómo en el colegio no notaron sus heridas – y los golpes sucesivos la habían debilitado mucho, por lo que no fue sorprendente que una noche la pequeña mojara su cama.

    Los sucesos se precipitan

    Pese a su estado débil, Baniszewski consideró que Sylvia no era digna de dormir en una cama y decidió llevarla al sótano luego del evento de incontinencia. A partir de este momento a Sylvia le fue prohibido asistir a la escuela y habría de permanecer encerrada en el lúgubre sótano hasta el día de su muerte.

    Al poco tiempo de encontrarse allí Sylvia la mujer comenzó a escribirle, con una aguja ardiendo, “soy una prostituta” en el estómago. A estas alturas a duras penas si la alimentaban, la obligaban a comer heces y la marcaron con hierros ardientes. Baniszewski había regado la voz de que Sylvia era una prostituta, que no había hecho sino llevar problemas a su hogar y que había escapado de la casa. Por esta razón nadie sospechaba de sus ausencias a la escuela.

    Una noche la muchacha escuchó de reojo los planes de Baniszewski para matarla y botarla a un basurero. Desesperada intentó escapar en silencio, pero fue descubierta y arrojada de nuevo por las escaleras. Fue amarrada y sometida a nuevos vejámenes, pero ya estaba demasiado débil: Sylvia murió el 26 de octubre de 1965 debido a una hemorragia interna, a deshidratación y a desnutrición. Tenía apenas 16 años.

    El asesinato de Sylvia Likens

    Paula Baniszewski

    Uno de los crímenes más horrendos de la Historia

    Cuando la policía llegó a la casa Baniszewski intentó convencerlos de que la joven había sido golpeada por una de sus parejas y de que ellos solo la habían recogido y llevado a la casa. Sin embargo, Jenny, su hermana, le susurró a un policía “sáquenme de aquí y les contaré todo”. La aterrada pequeña, que se había mantenido callada por miedo, decidió al fin decir la verdad… aunque tristemente fuera ya demasiado tarde.

    En el juicio quedó claro que no solo los 6 hijos de la familia habían participado de las torturas: varios amigos y conocidos de la familia habían sido testigos de los hechos y no habían hecho nada para evitarlo. Antes bien, parecían disfrutar el sufrimiento de la joven: cuando el jurado les preguntaba el porqué de sus acciones no fueron capaces de responder más que “No lo sé, señor”. Esta fue la misma respuesta cuando se les preguntaba sobre su indiferencia ante el sufrimiento de la joven y su renuencia a ayudarla.

    El crimen pasó a la ignominia en los Estados Unidos y al día de hoy se considera como uno de los sucesos más horribles de aquel país. Incluso se realizó una película (American Crime) que narra los hechos allí acontecidos. Sin lugar a dudas es un ejemplo de lo horrible que puede llegar a ser el comportamiento humano y de cómo un grupo de jóvenes aparentemente ordinarios pueden verse involucrados en sucesos horribles.

    ¿Crees que seamos por naturaleza seres malévolos?

    Fuente de imágenes: 1: 3.bp.blogspot.com, 2: 2.bp.blogspot.com, 3: s-media-cache-ak0.pinimg.com

    Bibliografía ►
    El pensante.com (agosto 28, 2015). El asesinato de Sylvia Likens. Recuperado de https://elpensante.com/el-asesinato-de-sylvia-likens/