China, la Guerra del Opio y el Siglo de Humillación, parte 5

China, la Guerra del Opio y el Siglo de Humillación, parte 5

General Chiang Kai-Shek, líder del Kuomitang

La anarquía china en los primeros años de la República

Terminamos el artículo anterior hablando de lo terrible que fue la invasión japonesa a China en 1937. Pero para entender el contexto de dicha invasión es necesario primero volver unos años atrás y entender que pasó entre la fundación de la República en 1911 y la invasión de Japón.

Tras la formación original de un gobierno central el país descendió al caos. Décadas de un gobierno corrupto e ineficiente habían llevado a que caciques se apoderaran de los gobiernos regionales, y en el desorden que causó la transición aprovecharon para convertirse prácticamente en repúblicas independientes. Este periodo fue conocido como “la era de los Señores de la Guerra” y duró hasta 1928, cuando el gobierno del Kuomintang consiguió por fin restablecer el control del territorio nacional.

Para lograr esto, el Kuomintang se alió con los partidarios de un gobierno fuerte (incluyendo los comunistas) y consiguió recuperar el control del país en 1927. Pero en este momento optó por traicionar a sus antiguos aliados y por volver ilegal el comunismo en territorio Chino. Y fue así que comenzó la guerra civil.

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En los años por venir los rebeldes comunistas eran pocos y estaban mal armados y el Kuomintang fue capaz de comenzar una serie de ambiciosos proyectos de inversión que habrían de impulsar el desarrollo económico del país. Sin embargo, el progreso no sería tan rápido como lo esperaban los gobernantes y en 1937, cuando Japón atacara el país, el Kuomintang se daría cuenta que no tenía las fuerzas necesarias para resistirlo.

El ataque japonés

Las relaciones entre la recién creada República China y el Imperio Japonés no eran muy buenas. China resentía los 21 pactos firmados en 1915, y Japón temía al crecimiento de la influencia soviética y consideraba que necesitaba el control de zonas continentales de China para defenderse ante un posible ataque.

Por esta razón, en 1931 Japón optó por atacar la región de Manchuria, la cual en teoría ya se encontraba bajo un dominio relativo del gobierno japonés a partir de los tratados firmados en 1915. Argumentando que los derechos de los ciudadanos japoneses habían sido violados, el país insular conquistó el territorio e impuso un gobierno títere llamado Manchukuo y gobernado por el último emperador de China, Pu Yi.

Los japoneses tenían la sartén por el mango. Muchas de las regiones del norte, pese a haber sido conquistadas por el Kuomintang, seguían teniendo gobiernos parcialmente independientes y muy fáciles de corromper por parte de los japoneses. Y peor aún, los japoneses tenían una sólida y desarrollado doctrina militar mientras que los chinos no tenían ni su industria ni su experiencia y estaban muy ocupados peleando entre sí (entre las facciones del Kuomintang y el partido comunista).

Por esta razón, Japón actuó con calma, ganando poder sobre los gobiernos independientes fronterizos y preparando sus tropas para el ataque definitivo. Se decía en aquellos años que Japón podría conquistar China en tres meses.

La Batalla de Shanghai

El General Chiang Kai-Shek, Comandante del Kuomitang, tuvo muy claro en 1937 que la línea definitiva se había cruzado. A principios de este año tropas japonesas habían comenzado un ataque en la frontera norte con China llegando a tomar la hoy capital Beijing. En aquellos tiempos la capital no era Beijing, por lo que el asunto no fue crítico para el gobierno chino, pero en cualquier caso fue considerado un ataque inaceptable. El General diría responder o perdería toda legitimidad a los ojos del pueblo chino.

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Icónica imagen de la Batalla de Shanghai

Por esta razón, Chiang Kai-Shek optó por realizar un ataque a la guarnición japonesa en la ciudad de Shanghai. El ataque comenzó el trece de agosto en 1987 e involucró la movilización de varios miles de soldados chinos a la ciudad.

Inicialmente el ataque chino fue exitoso: el objetivo era rodear las posiciones japonesas, bloquearlas con barricadas y evitar que los refuerzos llegaran a la costa. Sin embargo, los japoneses tenían tanques y armas de alto calibre mientras que los chinos estaban limitados principalmente a armas más pequeñas, por lo que el cerco fracasó y el 18 de agosto las tropas chinas se vieron obligadas a suspender el ataque.

El plan central de los chinos había fracasado. La playa quedó libre y cantidades masivas de refuerzos japoneses empezaron a llegar. A partir de este momento comenzó una lenta retirada, una que el General Chiang Kai-Shek fue capaz de convertir en la estrategia de lo que sería la victoria final de China: » cambiar tierras por tiempo».

En efecto, la retirada de las tropas chinas fue extremadamente lenta, y lograron resistir en la ciudad por más de tres meses. Esto contrastó con las afirmaciones japonesas de que podrían tomar Shanghai en tres días, y pese a la derrota sirvió para impulsar la moral china y disminuir la moral japonesa. Sí, China tenía tropas y armamento de inferior calidad a Japón. Sí, las tropas japonesas están mejor entrenadas y disponían de mejores canales logísticos. Pero esto no significaba que la victoria japonesa sería fácil.

La Masacre de Nanking

Nanking era la capital del gobierno del Kuomitang y, como tal, era un lugar de gran valor estratégico y simbólico para el ejército chino. Se encontraba a unos 300 kilómetros al occidente de Shanghai, y al contrario que esta última ciudad tenía una posición muy difícil de defender y era casi seguro que quedaría en manos japonesas si los japoneses intentaban un ataque decisivo.

Lo curioso del asunto es que ni siquiera los japoneses estaban seguros de estar interesados en tomar la ciudad. El comando central, ubicado en Tokio, consideraba que las ganancias habían sido considerables y que no valía la pena aventurarse al interior de China por ahora. Pero varios comandantes en el frente opinaban que tomar Nanking debilitaría la gobernabilidad del Kuomitang y le permitiría a Japón ganar de manera rápida y decisiva la guerra contra China.

En últimas, ganó la posición belicista. A principios de noviembre, poco después del final de la batalla de Shanghai, las tropas japonesas recibieron órdenes de empezar a movilizarse hacia Nanking.

Pese a los esfuerzos del General Chiang Kai-Shek por organizar la defensa de la ciudad, esta batalla terminó en una decisiva victoria de las tropas japonesas. Y aquí llegó uno de los momentos más oscuros para China: la llamada Masacre de Nanking.

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Una de las múltiples masacres en Nanking

Ya hemos hablado algo de este tema en el artículo relativo a la unidad 731, una división del ejército japonés reconocido por sus crueles experimentos, abusos y asesinatos a civiles chinos en la ciudad de Nanking. Hablar de todos los crímenes realizados tomaría un libro, o más, bástenos aquí con saber que sucedieron cosas como concursos para ver cuál soldado mataba más civiles con una espada, el empalamiento de bebés en bayonetas, el secuestro de mujeres para convertirlas en esclavas sexuales y la experimentación con seres humanos. En fin, la Masacre de Nanking no estuvo muy lejos de las peores atrocidades nazis en Polonia y Checoslovaquia y en muchos sentidos las superó.

Resistencia y contraataque

Tras la caída de Nanking, el asunto se equilibró. Japón intentó continuar su avance pero la resistencia de las guerrillas chinas le impedía incluso controlar efectivamente los territorios que ya hacían parte de sus conquistas. La resistencia comunista había sido decidida (los comunistas y el Kuomitang habían hecho una tregua para combatir juntos al invasor) y el gobierno del General Chiang había sido capaz de retirarse ordenadamente y organizar un nuevo frente difícil de romper.

Para colmo de males, Japón tomó entonces la decisión de invadir a los Estados Unidos, obligándolos a entrar en el conflicto y limitando los días de la Armada Imperial Japonesa como dueña de los mares. Eventualmente Japón se vio obligado a rendirse y en 1945 China finalmente quedó libre.

El Fin del Siglo de Humillación

China es un país con una larga tradición histórica, y como tal es un país orgulloso. En ocasiones, diríase incluso arrogante.

En 1945 volvió a comenzar la guerra civil entre el Kuomitang y el Partido Comunista (dirigido por Mao Zedong). En 1949 la victoria definitiva sería para los comunistas y se fundaría la actual República Popular de China.

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China luego del fin de la Guerra Civil

Pero esto es irrelevante.

Aunque el futuro haya tenido momentos muy oscuros, y aunque China haya también sufrido bajo el gobierno comunista, fue un sufrimiento causado por sí mismos. Fueron sus decisiones, sus errores y sus aprendizajes. No hubo presión de potencias extranjeras, no hubo ataques, ni colonización. Y por esto, tradicionalmente el fin del Siglo de Humillación se pone en 1945, con la salida de Japón del país, o en 1949, con la finalización definitiva de la guerra civil china.

En la actualidad el país ha aprendido de sus errores (aquellos de la Dinastía Qing, aquellos de la República China, aquellos del Kuomitang  y aquellos de la República Popular China) y se encuentra en camino a convertirse en la principal potencia mundial, título que ostentó en el pasado, antes de 1700. Para los habitantes de China el Siglo de Humillación es un recuerdo doloroso, pero uno importante, pues les indica las graves consecuencias de la arrogancia excesiva, del aislamiento y de la complacencia. Hoy por hoy, China ha definitivamente dejado atrás el Siglo de Humillación, pero si quiere seguir progresando no deberá olvidarlo… y sus gobernantes lo saben.

El Siglo de Humillación es, entonces, un elemento fundamental en la política y la historia reciente chinas, pero uno del que no se habla mucho en este lado del mundo. Por esta razón queríamos presentar este artículo resumiéndolo. Las lecciones que de él aprendió China nos pueden servir a todos.

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Fuentes:

  1. https://en.wikipedia.org/wiki/Century_of_humiliation#End_of_humiliation
  2. https://en.wikipedia.org/wiki/First_Opium_War
  3. https://en.wikipedia.org/wiki/Second_Opium_War
  4. https://en.wikipedia.org/wiki/Taiping_Rebellion
  5. https://en.wikipedia.org/wiki/Sino-French_War
  6. https://en.wikipedia.org/wiki/First_Sino-Japanese_War
  7. https://en.wikipedia.org/wiki/Boxer_Rebellion
  8. https://en.wikipedia.org/wiki/British_invasion_of_Tibet
  9. https://en.wikipedia.org/wiki/Twenty-One_Demands
  10. https://en.wikipedia.org/wiki/Second_Sino-Japanese_War
  11. https://en.wikipedia.org/wiki/Battle_of_Shanghai
  12. https://en.wikipedia.org/wiki/Battle_of_Nanking#Japan’s_decision_to_capture_Nanking
  13. https://en.wikipedia.org/wiki/Nanking_Massacre#Massacre
  14. https://en.wikipedia.org/wiki/Chinese_Civil_War#Immediate_post-war_clashes_(1945%E2%80%931946)

Imágenes: 1: thefamouspeople.com, 2, 3 y 4: wikipedia.org

Bibliografía ►
El pensante.com (mayo 9, 2018). China, la Guerra del Opio y el Siglo de Humillación, parte 5. Recuperado de https://elpensante.com/china-la-guerra-del-opio-y-el-siglo-de-humillacion-parte-5/