Batallas que cambiaron la historia: Las Termopilas Polacas

Batallas que cambiaron la historia: Las Termopilas Polacas

La Guerra Relámpago

Entre las muchas hazañas del nazismo, debemos mencionar la famosa batalla de Wizna donde los alemanes acabaron con todas las resistencias polacas que se defendieron ferozmente del gigantesco ejército que venía desde Prusia Oriental.

Hitler había visto como los españoles republicanos habían sido demolidos con la ayuda que él había proporcionado al general Franco. Se dio cuenta que los ingleses y franceses no protestaron ante esta atrocidad, por lo que pensó invadir Polonia. Sabía bien lo debilitados que habían salido esos dos países de la Primera Guerra Mundial y aun cuando ellos prohibieron a los alemanes invadir a Polonia, Hitler no dudó en atacar.

Claro que la lucha atroz que comenzaría con el envío de un gigantesco ejército fue inesperada. Los polacos todavía tenían caballería en su arsenal, cosa que era risible para los nazis que contaban con tanques Panzer, una cantidad enorme de artillería pesada y el servicio incomparable de la Luftwaffe, los calificados aviones bombarderos nazis.

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En tres días los nazis llegaron hasta el rio Narew donde se apostaba el último residuo de ejército polaco. Luego de esto Hitler atacaría Varsovia, pues Narew era paso obligado para llegar a la capital.

Las defensas polacas

Desde antes de la guerra, los polacos presentían algo. En la década de los treinta del siglo XX, Hitler había conseguido una gran fuerza popular y su lengua viperina había sido la causa de ello. Generó odios entre los judíos muy fuertes que desembocarían en la masacre denunciada como “holocausto judío”.

Batallas que cambiaron la historia: Las Termopilas Polacas

En Polonia había una cantidad enorme de judíos y ellos temían por sus vidas, pues habían escuchado de los campos de concentración; en esos lugares los judíos y los comunistas eran asesinados, pero oficialmente nadie sabía nada. Lo cierto es que Alemania comenzó a movilizar fuerzas armadas hasta Polonia y los polacos se organizaron con lo poco que tenían.

El río Narew y el río Biebrza estaban protegidos por seis enormes búnkeres y una fuerza armada de élite que tenía la obligación de defender el puente, estaban al mando del Capitán Regins, un joven oficial experto en artillería pero sin un entrenamiento profesional como el de los alemanes.

Aun así Regins fue el heroico comandante de los defensores polacos, conocía bien el terreno y aprovechó los búnkeres, aunque la mayoría de ellos no habían sido terminados y las bombas podían entrar fácilmente.

La zona era propicia para establecer ametralladoras y para frenar la artillería nazi, pusieron minas y alambres de púas, no tenían aviones ni tanques y confiaban en detener un ejército sesenta veces más grande, fueron grandes héroes en este momento histórico, las cartas que enviaban a la casa decían que defenderían con la vida el puente del río para que no pasaran.

La cruenta batalla

Con el sonido inconfundible de los aviones de la Luftwaffe empezó la toma de Wizna. La artillería antitanque no estaba preparada para el ataque aéreo y sufrió muchas perdidas por ello. Entraron al combate brigadas enteras de Panzer que no pudieron ser contenidos por los zapadores que ponían minas y bombas en los tanques, incluso los zapadores fueron tenazmente exterminados. La única victoria polaca en esta primera parte fue la devastadora masacre de la infantería alemana a punta de ametralladoras puestas en excelentes puestos.

Los pocos francotiradores polacos mataron soldados hasta que quedaron sin balas. El devastador avance alemán obligó a los polacos retroceder posiciones y de todas formas las pérdidas habían sido mucho menores que para los alemanes.

La Wehrmacht estaba al mando del general Heinz Wilhelm Guderian. Un experto estratega militar que había sido oficial de señales en la Primera Guerra Mundial y por su esfuerzo era considerado como uno de los generales más confiables de Hitler. Guderian no dudó en avanzar a pesar del número de bajas. Era normal pensar en la guerra mecanizada que la perdida de mil hombres no era algo tan devastador.

Guderian pensaba al igual que Hitler en la ventaja de los tanques. El manejo de ellos hacía posible el rápido avance por las colinas polacas, así que atacó con todas las fuerzas de dichos tanques las líneas defensivas. Así comenzó aplastar al ejército polaco.

Batallas que cambiaron la historia: Las Termopilas Polacas

Restos del Búnker del Capitán Regins

La destrucción total

Eran más las pérdidas alemanas, pues ellos estaban a tiro de ametralladora y los polacos tenían excelente puntería, incluso los alemanes intentaron cruzar el puente de Narew y este fue volado por los héroes polacos, dejando un tanque nazi volar en pedazos.

Estas pérdidas estresaron al general Guderian hasta el punto de mandar una guerra total contra las líneas polacas. Acabaron con la artillería polaca y con la mayoría de escuadrones que quedaban así como con la infantería. Luego de esto fue fácil tomar todos los búnkeres en tres días.

Sólo 40 soldados se rindieron, 40 más escaparon, pero 660 murieron por las balas y los obuses nazis. Actualmente el campo de Wizna es considerado sacro entre los polacos, las pérdidas de sus soldados y la imposibilidad de enarbolar a sus muertos se pudo hacer luego de 50 años debido a las restricciones soviéticas.

El capitán Regins se estalló con una granada antes de entregarse y hasta el día de hoy sigue considerándose un verdadero héroe.

Imágenes: 1 y 2: historiaguerrasyarmas.blogspot.com.co, 3: varsoviasedefiende.com.ar

Bibliografía ►
El pensante.com (septiembre 23, 2016). Batallas que cambiaron la historia: Las Termopilas Polacas. Recuperado de https://elpensante.com/batallas-que-cambiaron-la-historia-las-termopilas-polacas/